DESARROLLO SOSTENIBLE

       

Fotografia. Agricultura urbana, Proyecto ECOFENIMA


El concepto de Desarrollo Sostenible fue descrito en 1987 en el Informe de la Comisión de Bruntland como un “desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de  satisfacer sus propias necesidades”. 

Existen cuatro dimensiones del Desarrollo Sostenible: la sociedad, el medio ambiente, la cultura y la economía, que están interconectadas, no separadas.

La sostenibilidad es un paradigma para pensar en un futuro en donde las consideraciones ambientales, sociales y económicas estén equilibradas en la búsqueda de una mejor calidad de vida. Por ejemplo, una sociedad próspera depende de un ambiente sano que provea alimentos y recursos, agua potable y aire limpio para sus ciudadanos. El Desarrollo Sostenible valora la biodiversidad y la conservación junto con la diversidad humana, la inclusión y la participación. En el ámbito económico, algunos creen en la autosuficiencia para todos mientras que otros abogan por la equidad de oportunidades económicas.

Los valores que un programa de EDS (Educación para el Desarrollo Sostenible), deben promover y llevar adelante son todavía un tema de debate. La meta es promover o alentar la creación de enfoques y procesos culturalmente apropiados y localmente pertinentes inspirados en los principios y valores inherentes al Desarrollo Sostenible. La manera en que los países deciden abordar el Desarrollo Sostenible está estrechamente ligada a los valores de sus ciudadanos, ya que dichos valores dictan cómo se toman las decisiones personales y cómo se redactan las legislaciones nacionales.


AGRICULTURA URBANA EN FENIMA

En la  tercera fase la agricultura urbana fue uno de los ejes esenciales de este proyecto, cuyo fin es brindar una sostenibilidad económica a la Fundación,  también el que pueda convertirse  en una alternativa para el proyecto de vida de estos jóvenes.

La inversión no fue tan cuantiosa como el beneficio que podía traer para la comunidad, sin embargo, los objetivos de esta no se lograron a cabalidad durante este periodo,  en el proceso de germinación de las semillas de lechuga crespa, las personas a cargo del  riego  se excedieron en la dosis de agua  por lo que estas se quemaron y se debieron sembrar de nuevo, retrasando 15 días el cronograma para la cosecha.

Como segunda dificultad trasplantamos las semillas en un periodo anticipado al correcto y sus raíces no se encontraban lo suficientemente fuertes para adaptarse a la cascarilla de arroz, por otra parte   el patio de ropas no era el mejor lugar para el cultivo, las prendas estaban  muy cerca de el y esto pudo interferir en su crecimiento debido a los detergentes y la humedad del lugar. 

De  las  60 semillas sembradas y cultivadas quedan 2 en germinación, con raíz fuerte y estructura firme, lo que  genera expectativa en que de ahí puedan cosecharse 2 lechugas.

Cabe resaltar que el compromiso de los participantes fue notorio y que este fue el piloto de un gran proyecto al que se le dará continuidad, partiendo de la experiencia y analizando las dificultades se puede comenzar de nuevo en una siguiente etapa donde se espera se vea una gran cosecha, con un producto de alta calidad y apto para el consumo de los que habitantes de la Comunidad Terapéutica  como también para su comercialización.




                                                                                                       

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