Fotografia Jardín Botánico Jose Celestino Mutis
La Educación Ambiental como el proceso que le permite al individuo comprender las relaciones de interdependencia con su entorno, a partir del conocimiento reflexivo y crítico de su realidad biofísica, social, política, económica y cultural.
Este proceso debe generar en el educando y en su comunidad actitudes de valoración y respeto por el ambiente, y de esta manera, propiciar un mejoramiento de la calidad de vida, en una concepción de desarrollo humano que satisfaga las necesidades de las generaciones presentes, asegurando el bienestar de las generaciones futuras.
En la medida en que la educación ambiental propende por la construcción de actitudes y valores de responsabilidad y respeto hacia todas las formas de vida , implica un cambio de comportamiento de los individuos y la sociedad frente a su medio, y traspasa las aulas escolares para convertirse en una vivencia permanente haciendo más tenue la diferencia entre educación formal y no formal, concepto tomado del grupo de trabajo Ministerio de Educación Nacional – Instituto de Estudios Ambientales de la Universidad Nacional - IDEA.
En la primera fase de nuestra
practica se incursiono en un modelo de
Educación Ambiental dentro de la Fundación, como una propuesta innovadora, pues dentro de la
comunidad terapéutica se impartían diferentes talleres y modelos de aprendizaje
pero no se había tenido en cuenta la importancia de educar para preservar y
proteger el medio ambiente y de los beneficios que este
conocimiento traería para su proceso de
re educación. Aunque al comienzo para
algunos residentes de la Comunidad la implementación de este taller no era una propuesta tan atractiva, con el pasar de
los días todos se iban integrando de forma activa a los talleres, para exponer ciertos conceptos,
más que diapositivas, se implementaron diferentes
estrategias para que el aprendizaje fuera
más dinámico y significativo.
Esta debe ser una educación para el cambio de actitudes en relación con el entorno en el cual nos desenvolvemos, a nivel individual y colectivo, para la construcción de una escala de unos valores que incluya la tolerancia, el respeto por la diferencia, la convivencia pacífica y la participación entre otros valores democráticos. Por consiguiente, implica una formación en la responsabilidad, íntimamente ligada a la ética ciudadana.